lunes, 4 de marzo de 2013

Desarrollo de habilidades sociales en niños y adolescentes


Hemos podido observar con frecuencia cómo muchos niños y adolescentes no saben relacionarse de modo saludable, comportándose de modo retraído, tímido, aislado, agresivo o pasivo. Los niños y adolescentes que carecen de habilidades sociales experimentan aislamiento social, rechazo y, en conjunto, menos felicidad. En este escenario, es relevante el desarrollo de destrezas con un enfoque en comportamientos eficaces, roles y normas sociales.

Es un hecho que niños y adolescentes necesitan aprender las diversas asignaturas que contemplan los planes y programas curriculares, para asegurar su desempeño en la sociedad. Sin embargo, necesitan de la misma manera adquirir competencias sociales que no es otra cosa que la “adaptación al ambiente definido en términos de éxito razonable, en el enfrentamiento de tareas de desarrollo, esperados para personas de una edad y un género determinado, en el contexto de una cultura, sociedad y época dada” (Masten 1998).

Saber comunicarse adecuadamente, poder atraer la atención y la consideración de los semejantes y mantener relaciones armoniosas; saber tomar decisiones acertadas, poder determinar adecuadamente las metas y llevarlas a cabo siguiendo un plan previamente trazado son algunas competencias que debe desarrollar toda persona para alcanzar un adecuado ajuste psicosocial.

Las habilidades sociales son conductas observables, aprendidas y utilizadas en los intercambios sociales para obtener fines concretos. Para el desempeño social competente es necesario poner en juego patrones de respuesta específicos tales como: la habilidad de defender los propios derechos, la habilidad de hacer peticiones, la habilidad de decir no y terminar interacciones y la habilidad de comprender y actuar prudentemente en las relaciones humanas.

Fundamental será el tipo de vínculo que los padres establecen con sus hijos, incidirá en buena medida en que estos puedan o no convertirse en adultos competentes y ciudadanos productivos. Es vital que los padres desarrollen un estilo de relación en el cual se compensen adecuadamente el afecto, la atención, el control y la exigencia a sus hijos, factores que incidirán en la creación de condiciones favorables para que estos últimos se sientan seguros y desarrollen las competencias sociales pertinentes.
                                                                              Hasta la próxima,
                                                                      Jessica Arroyo Ortiz, CPL.