Hemos podido observar con frecuencia cómo muchos niños
y adolescentes no saben relacionarse de modo saludable, comportándose de modo retraído,
tímido, aislado, agresivo o pasivo. Los niños y adolescentes que carecen de habilidades
sociales experimentan aislamiento social, rechazo y, en conjunto, menos
felicidad. En este escenario, es relevante el desarrollo de destrezas con un
enfoque en comportamientos eficaces, roles y normas sociales.
Es un hecho que niños y adolescentes necesitan
aprender las diversas asignaturas que contemplan los planes y programas
curriculares, para asegurar su desempeño en la sociedad. Sin embargo, necesitan
de la misma manera adquirir competencias sociales que no es otra cosa que la “adaptación
al ambiente definido en términos de éxito razonable, en el enfrentamiento de
tareas de desarrollo, esperados para personas de una edad y un género
determinado, en el contexto de una cultura, sociedad y época dada” (Masten
1998).
Saber comunicarse adecuadamente, poder atraer la
atención y la consideración de los semejantes y mantener relaciones armoniosas;
saber tomar decisiones acertadas, poder determinar adecuadamente las metas y llevarlas
a cabo siguiendo un plan previamente trazado son algunas competencias que debe
desarrollar toda persona para alcanzar un adecuado ajuste psicosocial.
Las habilidades sociales son conductas observables,
aprendidas y utilizadas en los intercambios sociales para obtener fines
concretos. Para el desempeño social competente es necesario poner en juego patrones
de respuesta específicos tales como: la habilidad de defender los propios
derechos, la habilidad de hacer peticiones, la habilidad de decir no y terminar
interacciones y la habilidad de comprender y actuar prudentemente en las
relaciones humanas.
Fundamental será el tipo de vínculo que los padres
establecen con sus hijos, incidirá en buena medida en que estos puedan o no convertirse
en adultos competentes y ciudadanos productivos. Es vital que los padres
desarrollen un estilo de relación en el cual se compensen adecuadamente el
afecto, la atención, el control y la exigencia a sus hijos, factores que
incidirán en la creación de condiciones favorables para que estos últimos se
sientan seguros y desarrollen las competencias sociales pertinentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario